El sector de las soluciones congeladas atraviesa un buen momento. A la evolución positiva experimentada en los últimos tres años, se ha sumado el notable crecimiento experimentado en esta categoría durante el período de confinamiento, gracias a las características de seguridad y capacidad de almacenamiento como reserva de este tipo de producto. No obstante, las previsiones de las empresas que mueven un mayor volumen de producto en el canal horeca se han visto mermadas. El parón de la actividad en foodservice, frenada en seco al inicio de la pandemia y que, actualmente, lucha por su supervivicia ante la incertidubre que deja la crisis santaria actual, tampoco ayuda a la remontada.
Entretanto, en los últimos meses, las soluciones congeladas crecían a un ritmo superior a los 2,5 puntos porcentuales, tanto en valor como en volumen, según datos de la consultora IRI, en el año móvil finalizado el pasado 23 de febrero. Por categorías, los productos más consumidos volvían a ser las pizzas congeladas, seguidas de los platos preparados y la carne empanada. Por contra, el mayor retroceso lo experimentaron las croquetas.
En lo que a novedades se refiere, las propuestas del último año se han centrado, principalmente, en las alternativas vegetales, sobre todo de aquellos productos que emulan la experiencia cárnica y la textura de la carne, con la hamburguesa como producto destacado en el arcón de congelados. Las grandes operadoras del sector de los precocinados, como Findus o Maheso, han sido las últimas en sumarse a llamada ‘ola plant-based’, con toda una gama de productos.
Mientras tanto, en el ámbito empresarial destacan los proyectos de nuevas instalaciones, liderados por las nuevas plantas de Fripozo y Fruveco, con destacadas inversiones. Además, Clavo Food apostaba por el desarrollo de los platos congelados, también con una nueva instalación; al tiempo que ‘La Cocina de Senén’ concluía su fábrica.